martes, 23 de noviembre de 2010

La inseguridad y el desempleo

La inseguridad y el desempleo
En 1996 se expusieron los resultados del estudio durante el período 1975-1990 en 30 ciudades estadounidenses de la relación entre un punto de desempleo y criminalidad, incorporando variables como la inequidad en la distribución del ingreso.

Los resultados no dejaron lugar a dudas: demostraron que un aumento en el nivel de desempleo de un 1% producía un aumento en el número de suicidios de 0.84%, un aumento en el número de homicidios de 6.7%, y 5.63% de asaltos. Pero no sólo eso, también demostraron que al aumentar en un sólo punto el desempleo se producía un aumento en el número de muertes debidas
a accidentes de 0.76%, un aumento en el número de muertes debidas a enfermedades cardiacas de 5.6%, y un aumento en el
número de muertes debidas a embolias de 3.1%. Además se demostró que los deterioros socioeconómicos producen un aumento en el nivel de estrés y que el estrés a su vez produce condiciones médicas y psiquiátricas patológicas.

Es importante tener presente estos datos que los números tirados así, al voleo, encubren. Porque cuando se dice que "aumentó el desempleo" no se toma en cuenta que esta situación se traduce en enfermedades, violencia y en lo que tanto preocupa a ciertas personas que el desempleo les nefrega: la inseguridad.

Entonces, a la hora de discutir inseguridad, no perdamos de vista al desempleo. Una política de seguridad tiene que ser -para ser efectiva y no un placebo- encarada desde el combate a la exclusión y la preservación del empleo.
Según Giner, la delincuencia es, en general, "una de las formas más descollantes de la desviación social"; más precisamente cuando esta conducta se aparta de las normas o de los intereses grupales. "En tales casos las <> son desviaciones de una moral proclamada por grupos concretos que poco pueden hacer contra las costumbres enraizadas en la conciencia colectiva y respaldadas por la estructura económica"

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Introducción a la inseguridad

La inseguridad es el producto del incremento en la tasa de delitos y crímenes, y/o del malestar, la desconfianza y violencia generados por la fragmentación de la sociedad.
Por el contrario, podría definirse a la seguridad como el estado de calma, defensa y protección en una sociedad o en un conjunto de ciudadanos que, en consecuencia, conduce a una sensación de bienestar común. A su vez, el concepto de seguridad ciudadana también puede referirse a las prácticas de protección y defensa de la ciudadanía por parte del Estado o el gobierno, en pos de transformar un escenario inseguro o violento en uno socialmente armónico.
En las últimas décadas, producto del impacto de la globalización en el orden económico, político, social y cultural, muchas sociedades del mundo se han visto afectadas y fragmentadas. La diversidad cultural y los movimientos migratorios que son resultado de estos nuevos escenarios a menudo han contribuido a generar entornos en donde crecen los grupos minoritarios y se incrementa la marginación. Ya no existe un sólo conjunto social perteneciente a una nación o región, sino que múltiples colectivos surgen en diversos espacios, estimulando la falta de pertenencia geográfica y social y alentando el recelo, la desconfianza y la sensación de inseguridad. A su vez, los países en vías de desarrollo se han visto perjudicados por el desmedido crecimiento económico que favorece a ciertos sectores de la población y desfavorece a grandes mayorías sumidas en el hambre y la pobreza. La falta de educación, contención y recursos conduce a amplios sectores sociales a situaciones de alienación y violencia que, en suma, contribuyen a la sensación de inseguridad por parte de la sociedad en su conjunto.

La inseguridad es algo que afecta a todos en Argentina, sin distinción de clases sociales. Así lo indican los testimonios que recogimos de una comerciante, un escritor y un portero de edificio a quienes distintos hechos les han cambiado sus vidas para siempre.
Estudios comparativos de datos oficiales muestran que la cantidad de delitos aumentó más de un 180% en las últimas dos décadas. En un país que tiempo atrás se consideraba seguro, ha crecido la criminalidad juvenil y el nivel de violencia contra grupos vulnerables como los ancianos, y hoy es posible perder la vida al ser robado o secuestrado.
Entrevistamos León Arslanián, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, la que registra más delitos en Argentina. Arslanian nos contó cómo se está haciendo frente al problema.
Hay otro gran problema: según el Registro Nacional de Armas (Renar), al lado de los dos millones de pistolas o revólveres registrados hay 150.000 que circulan ilegalmente. Este parece un dato conservador, porque algunos observadores afirman que el número de armas en el mercado negro equipara al de las legales.
Sin embargo, es preciso entender una conducta delictiva, no arbitrariamente, sino relacionada a una estructura social determinada, y sobre todo a una cultura dada que se ve respaldada por un poder y unas normas.